Un entorno natural de gran belleza
Castejón de Sos y su entorno tienen una belleza impactante para el viajero. El Pirineo, su naturaleza y los pueblos del Valle de Benasque y de los valles vecinos se integran perfectamente en ese paisaje, y nos ofrecen sus cientos años de historia en cada rincón.
Está situado en el nordeste de la provincia de Huesca, a 904 m de altitud y a los pies del pico Gallinero, junto a la carretera N-260, siendo el principal nudo de comunicaciones de la zona y punto de partida idóneo para conocer otras zonas cercanas del Pirineo como los valles de Ordesa, Pineta, o Arán, Aínsa, Roda de Isábena, Boí-Taull o Aigüestortes.
Goza de un buen clima, que no es extremado en invierno al encontrarse protegido de los vientos del Norte, y manteniendo en verano unas suaves y agradables temperaturas.
Si bien es un pequeño pueblo de montaña ideal para descansar, también los deportes de aventura están presentes en Castejón de Sos. El vuelo libre atrae a un gran número de aficionados por sus espectaculares condiciones meteorológicas y orográficas para practicar el parapente, que tanta fama ha dado a Castejón a nivel mundial, o para conocer el Valle de Benasque desde el aire, volando en ultraligero o avioneta.