Las primeras líneas de la historia de este Hotel de Castejón de Sos, en el Valle de Benasque, empezó a escribirlas en los años cuarenta la abuela María Rosa, en Casa Morancho.
Viuda y con siete hijos se las ingenia para salir adelante haciendo comidas por encargo y alquilando alguna habitación a la poca gente de paso que por aquellas fechas se acercaba hasta el valle. José Plaza, hijo de Mª Rosa, junto con su mujer, la joven Ramoneta, emprenden la reforma de estas habitaciones sueltas, dando lugar a la modesta Fonda Plaza, en cuya cocina de leña humeaban los pucheros y las cacerolas. Corren los años 60.
Sabores y aromas de cocina casera reciben a los tratantes de ganado, funcionarios de paso, y también a los primeros veraneantes atraídos por los tresmiles del Valle de Benasque, franceses buscando las truchas del río Ésera, familias que buscan el fresco verano del Pirineo.
Los tiempos cambian, Castejón crece, y aumenta la demanda de servicios. Marisa, hija de José y Ramoneta, cuando debe tomar el relevo de sus padres, piensa en marcharse como lo hizo otra gente de su generación, pero «algo» que podría ser la obligación montañesa de no dejar perder el patrimonio hace que decida quedarse.
La actividad familiar consistía en hospedaje y algo de ganadería. Pero ella sabe que para sobrevivir es preciso adaptarlo todo a los nuevos tiempos. No tiene claro casi nada, excepto que lo suyo, no son los pucheros, ni el viejo hostal como se lo han dejado sus padres. Y que todo cambio exige mucho esfuerzo.
Decide cerrar la cocina, y al mismo tiempo empieza a recuperar todos los zarrios (expresión aragonesa) que sus padres arrinconaron por inservibles. Vajilla, fotos, cuadernos…, libros de sus tíos dan vida a los rincones de este Hotel y traen, a los viajeros que ahora llegan al Hotel Plaza, recuerdos de las casas de sus abuelos. Toda una rebeldía que no sabemos bien como encajaron sus padres, pero sí sabe Marisa, que su generosidad al permitir las transformaciones de su patrimonio, es un ejemplo que ha hecho posible el nuevo Hotel Plaza que a finales del 2006 abre la vieja zona de pajares y cuadras, reconvertidas en una nueva ampliación de servicios y habitaciones para los clientes.